Reiki es una palabra japonesa que designa un sistema de regeneración personal basado en la energía vital, que tiene aplicaciones tanto para la sanación como para el crecimiento personal y transpersonal.
Reiki se aplica básicamente mediante imposición de manos, no implica masaje o manipulación, y en ciertas circunstancias se puede transmitir a distancia.
Produce, generalmente, una profunda relajación y desahogo en el receptor, no tiene efectos colaterales ni causa reacciones indeseables, y para ser operativo no precisa de actitudes como la fe o alguna determinada creencia por parte de quien lo recibe. Funciona igualmente en niños, animales o plantas.
La sencillez, benignidad y disponibilidad de su aplicación han hecho que el Reiki sea cada vez más popular en todo el mundo, principalmente como práctica terapéutica holística, aunque sus practicantes pueden emplearlo como práctica de esclarecimiento espiritual, independientemente de cualquier fe religiosa o ausencia de ella.
La palabra Reiki designa tanto al sistema como a la energía en él implicada. En occidente acostumbran a definirlo, de cara a una rápida comprensión, como "energía vital universal", por bien que los significados de la grafía kanji, con la cual se escribe dicha palabra en japonés, pueden ser muy diversos. La sílaba Rei alude a la calidad espiritual de esta energía, llamada Ki, y equivalente al Chi (o Qi) que forma parte de la teoría y práctica de la medicina y las artes marciales chinas o al Prana, propio del yoga indio.
En occidente se han propuesto también una aproximación parecida a la energía vital, desde Charcot y Messmer hasta Wilhelm Reich, aunque Reiki presenta una particularidad: el practicante Reiki no transmite energía proveniente de su campo biomagnético personal sino del conjunto de la naturaleza y muy especialmente de las dimensiones transpersonales de ésta.
Dicha particularidad propia del Reiki, hace que su práctica esté basada en un proceso de transmisión, de maestro a alumno, mediante el cual la persona que desea practicar Reiki, actualiza la capacidad natural de todos los seres humanos para transmitir energía sanadora. No se trata pues, de una actividad reservada a personas especiales, una actividad carismática o una práctica oculta. Reiki es una práctica saludable popular, abierta, democrática y laica, que puede ser abordada con una perspectiva espiritual, humanista, o bien las dos.
Reiki se aplica básicamente mediante imposición de manos, no implica masaje o manipulación, y en ciertas circunstancias se puede transmitir a distancia.
Produce, generalmente, una profunda relajación y desahogo en el receptor, no tiene efectos colaterales ni causa reacciones indeseables, y para ser operativo no precisa de actitudes como la fe o alguna determinada creencia por parte de quien lo recibe. Funciona igualmente en niños, animales o plantas.
La sencillez, benignidad y disponibilidad de su aplicación han hecho que el Reiki sea cada vez más popular en todo el mundo, principalmente como práctica terapéutica holística, aunque sus practicantes pueden emplearlo como práctica de esclarecimiento espiritual, independientemente de cualquier fe religiosa o ausencia de ella.
La palabra Reiki designa tanto al sistema como a la energía en él implicada. En occidente acostumbran a definirlo, de cara a una rápida comprensión, como "energía vital universal", por bien que los significados de la grafía kanji, con la cual se escribe dicha palabra en japonés, pueden ser muy diversos. La sílaba Rei alude a la calidad espiritual de esta energía, llamada Ki, y equivalente al Chi (o Qi) que forma parte de la teoría y práctica de la medicina y las artes marciales chinas o al Prana, propio del yoga indio.
En occidente se han propuesto también una aproximación parecida a la energía vital, desde Charcot y Messmer hasta Wilhelm Reich, aunque Reiki presenta una particularidad: el practicante Reiki no transmite energía proveniente de su campo biomagnético personal sino del conjunto de la naturaleza y muy especialmente de las dimensiones transpersonales de ésta.
Dicha particularidad propia del Reiki, hace que su práctica esté basada en un proceso de transmisión, de maestro a alumno, mediante el cual la persona que desea practicar Reiki, actualiza la capacidad natural de todos los seres humanos para transmitir energía sanadora. No se trata pues, de una actividad reservada a personas especiales, una actividad carismática o una práctica oculta. Reiki es una práctica saludable popular, abierta, democrática y laica, que puede ser abordada con una perspectiva espiritual, humanista, o bien las dos.
